Andrés Neuman necesita un espacio vacío, sentarse ante una pared desnuda que convierta su página en blanco en un universo infinito. Jesús Marchamalo ha convertido su escritorio en una chamarilería […]
En el capítulo anterior: Jesús Marchamalo me salvó de una trampa de arenas vanidosas en las tierras altas de Dragolandia. En su cuidada página encontré una dedicatoria que me llevó directamente a la web de Enrique […]