-“O me da lo que le pido o ahora mismo le sorrajo un plomo entre pestaña y pestaña…”

-“No se mueva, que me la quiebro”.

Me encantan los giros mejicanos, sus palabras hechas de carne y hueso, que parecen estar talladas en tres dimensiones y que saltan del papel con su sonoridad contundente. Me he reencontrado con ellas leyendo un libro de aventuras con madera de clásico y destino fatal de novedad maltratada.

‘Escuadrón guillotina’, este libro fascinante que se parece más a los hombres que lo habitan que a los libros que lo rodean, es la primera novela de Guillermo Arriaga, el guionista de películas tan vitales como ‘Amores perros‘ o ‘21 gramos’. Lo he encontrado en una mesa de saldos, con un pequeño cartel de “3 libros por 10 euros”. Y ha sido un descubrimiento apasionante, uno de esos pocos libros que no puedes dejar de leer.

‘Escuadrón guillotina’ cuenta las desventuras de Feliciano Velasco y Borbolla de la Fuente, un licenciado en Derecho chaparrito, vanidoso e inventor, durante la revolución mejicana. Velasco intenta vender una guillotina de su invención para que el revolucionario Villa lleve su justicia social y brutal hasta el último rincón de Méjico. Pero Villa le paga con galones y Feliciano no se arriesga a rechazar el uniforme por temor a que el general le quiebre. No cuento más.

Lo que sigue es una novela breve, repleta de humor, siempre gris y muchas veces negro. Una aventura “a todísima madre” rescatada de la muerte en la guillotina real en la que desaparecen cada día miles de libros. Este volumen de ‘Escuadrón guillotina’ que me ha costado 3,33 euros demuestra que precio y valor no son sinónimos. He comprado otros tres ejemplares para convertirlos en funambulistas ambulantes. Espero que si te cruzas con este escuadrón lo disfrutes tanto como yo… y que mandes una postal para saber por dónde anda.

23/10/09