Joyce no estaba prohibido, simplemente su ‘Ulises’ era inalcanzable. “No intentéis leerlo. No entenderéis nada”. Es lo que nos decía Maxi, nuestro profe de literatura, que siempre estaba incitándonos a leer. Y le hice caso, tanto que ni siquiera tengo un ejemplar de ‘Ulises’ en mi biblioteca, esperando como otros cientos ese día en el que en un impulso me decida por fin a leerlo. No, ‘Ulises’ pasó de estar tras un muro insuperable a ser un reto no deseado. Me salté su lectura cuando era un veinteañero y comía libros. ¿Llegar a casa a las nueve de la noche y arremangarme para leer la odisea de Leopold Bloom? No, ahora no es imposible, pero sí improbable.
Quizá por eso he disfrutado tanto con la biografía de Joyce que ha escrito y dibujado Alfonso Zapico. ‘Dublinés’ – acertado título, Zapico – cuenta en viñetas la original vida de este excéntrico novelista. Es una novela gráfica repleta de ritmo, donde casi siempre estás sonriendo y a veces ríes a carcajadas. No descubro nada porque Zapico ganó hace dos meses el Premio Nacional del Cómic gracias a esta magnífica historia. Pero sí quiero compartir lo bien que lo he pasado viendo y leyendo esta historia que afronta el dificilísimo reto de contar la vida de Joyce. Tan egocéntrico como genial, tan alcohólico como gamberro, tan obsceno como libre, el Joyce de Zapico no es una caricatura y al terminar su lectura tienes la sensación de que conoces a este exigente escritor.
“Es imposible definir el genio de Joyce: ¿Quién podría definir el genio de Shakespeare, o el de Dante, o el Chaucer, o el de Cervantes? – escribe Harold Bloom en ‘Genios’ – Se podría hablar de “los genios” de Joyce, pero no ayudaría gran cosa”. Y Zapico ni lo intenta, pero sí nos muestra la vida de Joyce, eterno dublinés en Trieste, Zúrich o París, casi siempre con problemas de dinero, profesor de inglés del futuro almirante Horthy, escritor rechazado por los editores, desahuciado de múltiples casas y siempre rescatado por un puñado de buenos amigos, infiel amado por una mujer que nunca intentó leer sus libros, visionario que poco a poco se quedó ciego y que murió demasiado pronto, agotado después de haber escrito ‘Finnegans Wake’, “la zancadilla más colosal de la historia de la literatura”.
Así definió Oliver Gogarty – un peligroso amigo del Joyce juerguista y veinteañero – la última gran novela del autor de ‘Dublineses’. Son pocas las veces que se cuela alguna cita, porque Zapico ha trabajado mucho para integrar lo que los biógrafos, amigos, críticos y el hermano de Joyce han dicho de Joyce y mostrarnos los momentos más importantes de su vida. Dublín-Trieste-París-Zúrich son las cuatro etapas de ‘La ruta Joyce’ que Zapico ha seguido para documentarse, además de la lectura de la biografía canónica que escribió Richard Ellmann y un libro que me reconcilia con mi miedo adolescente: ‘Joyce para principiantes’. El resultado es una invitación a unirse a la orden de Finnegans, un billete para viajar a Dublín y celebrar el Bloomsday y, sobre todo, un empujón de valentía para saltar mi viejo muro insuperable e intentar leer el temible ‘Ulises’. Gracias, Zapico.
‘Dublinés’. Alfonso Zapico. Astiberri Ediciones. Bilbao, 2011. 232 páginas, 18 euros.
Pd. (5/1/13): «Ulises amedrenta por culpa de un malentendido en el que colaboran con igual eficacia sus detractores y una parte grande de sus defensores: que es sobre todo un experimento verbal, un juego de palabras o un laberinto de juegos de palabras, un despliegue de refinamientos técnicos cuyo atractivo principal es el regocijo antipático de los entendidos, y el consiguiente rechazo de esos palurdos que no están a la altura de las audacias de la vanguardia (…) Más allá de sus dificultades parciales, cualquiera que se acerque con determinación a ella encontrará uno de los grandes festines de la literatura«. ‘Fervor de Ulises’, el empujón de Antonio Muñoz Molina para saltar el muro, hoy en ‘Babelia’
Pd. (27/5/13): Para los que queréis saber más, aquí tenéis la entrevista a Zapico de Ana Boyero en Unfollowmagazine. (Lamentablemente, la entrevista ya no está en la red).
Pd.2.: Maxi falleció el 16 de mayo de 2020 y no dejo de preguntarme por qué no intenté mantener el contacto con él cuando salí del instituto. El escritor Gonzalo Mora evoca su figura en este hermoso texto que espero que algún alumno del Silverio Lanza descubra aquí. Fue mi mejor profesor de Literatura y uno de los mejores profesores que he tenido. Sin ti, estoy seguro de que este blog nunca habría existido. Un abrazo enorme, Maxi.
Pd. 2 (2/2/22): Ayer, un día antes del centenario de su publicación, Paco, mi amigo librero del Rastro, me entregó mi primer ‘Ulises’, la traducción de José Salas Subirat ilustrada por Eduardo Arroyo que acaba de publicar Galaxia Gutenberg. Jesús Ruiz Mantilla explica muy bien en este artículo el hercúleo trabajo que emprendió Arroyo y por qué este libro ha llegado con treinta años de retraso a las librerías.
Ilustración de Eduardo Arroyo para el capítulo 8 de ‘Ulises’