Mi recuerdo de Hammett se parece más de lo que pensaba al Hammett verdadero. Aunque olvidé algo fundamental, trazar el retrato de Hammett cuando dejó de ser Hammett. Su tuberculosis, su éxito fulgurante y sus décadas sin poder escribir una nueva novela, enfrentado al folio en blanco, reducido a la distancia corta del relato breve.
‘Dashiell Hammett. Biografía’, de Diane Johnson – Seix Barral, 1985, 399 páginas – es un retrato del hombre delgado en el que hay que saltarse páginas, pero aún así, más por acumulación que por un estilo brillante, logra que creamos que conocemos a Hammett, y eso es mucho.
Comienza con Hammett en la cárcel, detenido por sus ideas comunistas. Estamos en 1951, Hammett lleva lustros sin escribir una novela y años autodestruyéndose a pulso. “¿Por qué?” “Me alegro de que me haga…”
Nunnally Johnson, uno y trino – fue guionista, productor y director de cine en el mejor Hollywood -, lo resumió perfectamente: “Desde el día en que conocí a Hammett, a finales de los años 20, su comportamiento sólo podía explicarse si tenías en cuenta que él no tenía ninguna esperanza de estar vivo, mucho después del jueves…”
(Os invito a leer mi recuerdo de Hammett en la ‘La llave de cristal‘)
Pd. (26/5/2013): Cinco años después de aquel viernes en el que publiqué esta entrada, la corrupción nos desborda y Hammett está más vivo que nunca. Es lo que dice Manuel Fernández Cuesta en este excelente retrato del novelista que acaba de publicar en el diario.es.
Pd. (22/11/2013): RBA acaba de publicar ‘Disparos en la noche’, una antología con todos los cuentos de Hammett. Os invito a leer la reseña de Juan Carlos Galindo, donde podéis encontrar además dos de los ocho relatos inéditos de este «cofre del tesoro».